¿Qué son los Trastornos del Aprendizaje?
Publicado por Lic. Griselda Pizarro
Los trastornos del aprendizaje son una de las consultas más frecuentes durante la etapa escolar. Pero, ¿qué son exactamente y cómo podemos identificarlos?
En el ámbito de la pediatría, se definen como:
“Un término genérico que hace referencia a un grupo heterogéneo de entidades que se manifiestan por dificultades en la lectura, escritura, razonamientos o habilidades matemáticas”.
Estas alteraciones se ponen en evidencia cuando un niño o niña muestra dificultades para desenvolverse académicamente. Es importante destacar que un niño con un trastorno del aprendizaje (TA) no necesariamente tiene un nivel intelectual por debajo del promedio. Sin embargo, la frustración continua puede derivar en una baja autoestima, afectando su relación con compañeros y su desempeño en clase.
¿Cuáles son las causas?
Las causas son variadas y pueden incluir factores físicos, sensoriales, o situaciones escolares y familiares. A nivel neurológico, un TA puede producirse por una anomalía en el sistema nervioso central, ya sea en su estructura o en el funcionamiento de las sustancias químicas del cerebro. Estos factores pueden ser genéticos, o haber ocurrido durante el periodo pre y perinatal.
Generalmente, estas anomalías se caracterizan por un déficit en un área concreta del cerebro, siendo los más habituales:
- Dislexia: Dificultades en la adquisición de la lectura.
- Disortografía / Disgrafía: Dificultades en la escritura.
- Discalculia: Dificultades en el cálculo y las habilidades matemáticas.
Indicadores Generales de un Trastorno del Aprendizaje
- Lectura: El niño no ha adquirido una lectura automatizada y comprensiva a los 7 años.
- Escritura: No ha logrado desarrollar la escritura ni conoce reglas ortográficas básicas a los 7 años.
- Matemáticas: Presenta alteraciones en la conservación, clasificación, seriación y orden de los números; o en operaciones básicas.
- Memoria: Dificultad para almacenar y recuperar información necesaria para el aprendizaje.
- Atención: Presencia de alteraciones en la atención selectiva, sostenida, de corto o largo plazo.
- Gnosias y Praxias: La correcta maduración perceptivo-motriz es un requisito fundamental para el aprendizaje.
Una aclaración importante: Muchas veces, los TA están acompañados por otros trastornos del lenguaje o de la conducta (como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad - TDAH). Sin embargo, no debemos confundir los “Trastornos Específicos del Aprendizaje” (dificultades en áreas concretas como la lectura) con los “Trastornos Generalizados del Desarrollo - TGD” (problemas más amplios en áreas conductuales, comunicativas, cognitivas y sociales).
Señales de Alerta por Etapa Educativa
A continuación, se detallan algunos de los problemas que pueden presentarse en distintos niveles educativos.
Educación Infantil (0-6 años)
Lenguaje
- Problemas de pronunciación, habla ininteligible.
- Dificultad para entender órdenes sencillas o preguntas.
- Desarrollo lento en la adquisición de palabras y/o frases.
- Dificultad para expresar deseos o necesidades.
- Dificultad para rimar palabras y falta de interés en cuentos.
Motricidad y Desarrollo Cognitivo
- Torpeza en motricidad gruesa (correr, saltar) y equilibrio pobre.
- Torpeza en la manipulación fina (abotonarse, atarse los zapatos).
- Evita actividades como dibujar o hacer trazos.
- Problemas para memorizar los días de la semana, el alfabeto, etc.
- Dificultades en conceptos básicos (tamaño, forma, color) y en la noción causa-efecto.
Atención y Habilidad Social
- Dificultad para concentrarse en una tarea o terminar un trabajo.
- Descuidado, despreocupado y con rechazo a los cambios de rutina.
- Problemas de interacción, tiende a jugar solo.
- Cambios de humor bruscos, se frustra fácilmente y tiene rabietas frecuentes.
Educación Primaria (6-12 años)
Lenguaje y Matemáticas
- Dificultad para aprender la correspondencia entre sonido/letra y errores al leer.
- Problemas para aprender la hora, contar dinero o memorizar conceptos matemáticos.
- Confusión de signos matemáticos y transposición en la escritura de cifras.
Motricidad, Atención y Habilidad Social
- Torpeza, pobre coordinación motora y escritura pobre.
- Dificultad para copiar de la pizarra o alinear cifras en una operación.
- Dificultad para concentrarse, seguir múltiples instrucciones y terminar trabajos a tiempo.
- Problemas para entender gestos, expresiones faciales o situaciones sociales.
- Tendencia a malinterpretar a compañeros o adultos.
Educación Secundaria (12+ años)
Lenguaje y Matemáticas
- Evita leer o escribir; comprensión lectora pobre.
- Pobreza en redacciones orales y/o escritas.
- Dificultad para aprender idiomas extranjeros.
- Dificultades para entender conceptos abstractos y aplicar destrezas matemáticas.
Atención, Organización y Habilidad Social
- Dificultades para organizarse, tomar notas y corregir su propio trabajo.
- Trabajo lento en clase y en exámenes.
- Dificultad para aceptar críticas, negociar o entender el punto de vista de otros.
Fuente: Trastornos de aprendizaje en pediatría de atención primaria
Criterios Diagnósticos (según DSM-IV)
Nota importante: La siguiente información se basa en el DSM-IV. El manual actual (DSM-5) ha actualizado parte de la terminología y los enfoques, pero estos criterios siguen siendo una referencia útil para comprender las bases del diagnóstico.
| Código | Trastorno |
|---|---|
| F81.0 | Trastorno de la lectura (315.00) |
| F81.2 | Trastorno del cálculo (315.1) |
| F81.8 | Trastorno de la expresión escrita (315.2) |
| F81.9 | Trastorno del aprendizaje no especificado (315.9) |
Observaciones Finales y Rol de la Familia
Las personas afectadas por este tipo de problema pueden sufrir dificultades significativas en su vida social, académica y laboral. La evolución de un TA dependerá de cada sujeto, la edad del diagnóstico, el tipo de trastorno y la duración del tratamiento.
Lamentablemente, un TA es una condición de por vida, lo que requiere un acompañamiento profesional continuo, a menudo hasta la adolescencia.
El papel de los padres es fundamental en el aprendizaje escolar. Trabajar con los niños, darles confianza, seguridad, un lugar adecuado para estudiar, motivarlos y escucharlos es clave.
Finalmente, es crucial que haya una coordinación entre los profesionales, los padres y las instituciones educativas. Una intervención psicopedagógica bien coordinada puede reducir la gravedad del trastorno y mejorar significativamente la calidad de vida de los niños.
Lic. Griselda Pizarro